martes, 13 de diciembre de 2011

puedes jugar si tienes un motivo...



Están los que usan siempre la misma ropa,
están los que llevan amuletos,
los que hacen promesas,
los que imploran mirando al cielo,
los que creen en supersticiones...

... y están los que siguen corriendo cuando tiemblan las piernas,
los que siguen jugando cuando se acaba el aire,
los que siguen luchando cuando todo parece perdido,
como si cada vez fuese la ultima vez,
convencidos de que la vida misma es un desafío.

Sienten dolor, pero no se quejan,
porque saben que el dolor pasa,
el sudor se seca, el cansancio termina.
Pero hay algo que nunca desaparecerá:
la satisfacción de haberlo intentado
y entrado en acción para lograrlo.