A veces si te paras a pensar no actúas y si actúas luego no puedes dejar de pensar. Si actúo y no pienso, puedo llegar a arrepentirme. Si pienso y no actúo, jamás sabré que podía llegar a pasar. Así que, explícame que hago o mejor ahórrense explicármelo, porque no voy a pensar, solo me dejaré llevar.